Sexo Anal , juego y penetración
El ano, como otras partes del cuerpo propensas a la estimulación, como los senos o los genitales, es un área muy sensible. Sus múltiples terminaciones nerviosas lo convierten en una fuente de placer, muy receptivo al juego erótico. No en vano, el investigador alemán Ernst Grafenberg creía que era la postura ideal para impulsar el punto G. Estamos hablando de la penetración tradicional, pero también de besos, caricias, incluso penetración con los dedos o juguetes sexuales, todo en el camino para experimentar sensaciones más intensas. Es evidente que el ano no tiene la elasticidad de la vagina. Para evitar las lágrimas o el dolor asociado con esta práctica, a menudo se usan lubricantes, incluso la aplicación del mismo lubricante y actúa como estimulante en el juego sexual, especialmente si es casero.
Posturas en la práctica anal
No hay duda de que una de las posiciones más populares del “anal” es la del perro. En esta posición, la mujer se coloca sobre cuatro patas, doblando la espalda para exponer su ano, incluso puede provocar los genitales del hombre durante el acto sexual. Es muy emocionante, tal vez porque nos recuerda nuestro instinto animal. Hay otros, de lado o sentados boca arriba o delante de él. Si elegimos este último, podemos disfrutar de otros puntos erógenos, como los senos, el cuello o la boca. El sexo anal se ha convertido en un clásico dentro del repertorio sexual de cualquier pareja y en uno de los reclamos más emocionantes que las prostitutas ponen a disposición de sus clientes.